La criolipólisis es un tratamiento médico que utiliza temperaturas ultrabajas para destruir las células grasas. Las células grasas se extraen con un pequeño dispositivo manual que las congela al instante. A continuación, el dispositivo se coloca contra las zonas donde se encuentra la grasa. El procedimiento puede durar sólo unos minutos y no se necesita anestesia. Cuando se destruyen las células grasas, el organismo envía sangre y tejidos nuevos a la zona afectada. Como resultado, las zonas afectadas parecen disminuir de tamaño.
El proceso de congelación es un método de criolipólisis que congela las células grasas para que mueran. Tras la muerte de las células adiposas, el organismo envía sangre y tejidos nuevos a la zona afectada. Como resultado, las zonas afectadas parecen disminuir de tamaño. Puede elegir las zonas a tratar a través de fotos que toma con una aplicación de smartphone. Las zonas de tratamiento suelen ser las axilas, el abdomen, las caderas, los flancos, los michelines, la cara externa e interna de los muslos, las rodillas y la barbilla.
Seguridad de CoolSculpting
No se conocen problemas de seguridad con la criolipólisis. Esta técnica se ha utilizado en el campo de la medicina durante muchos años y no se conocen riesgos asociados a ella.
Sin embargo, tenga en cuenta que el procedimiento puede ser doloroso. En algunos casos, puede experimentar leves hematomas, sensibilidad o hinchazón. Dependiendo de la zona del cuerpo que se trate, puede experimentar entumecimiento u hormigueo. En raras ocasiones, se han registrado molestias o dolores leves tras la intervención. Suele desaparecer al cabo de unas horas. Si el dolor persiste, coméntelo con su médico.
La intervención es muy segura y no plantea riesgos graves. Sin embargo, es importante sopesar los beneficios del tratamiento de CoolSculpting frente a los riesgos.